lunes, 27 de julio de 2009

Cotidianeidades que antes no lo eran tanto...

Ya no hace falta cumplir años para tomar coca, o que sea sábado para comer pizza... las papas fritas son moneda frecuente en casa, y las tabletas de chocolate son casi un uncountable...
Por qué perdimos la alegría de encontrarnos con un bowl de palitos que tantas veces hicieron de extremidades de caballos sin cabeza con cuerpo de chizito? Cuando el material para la obra de arte está tan a la mano, siempre lo dejamos para después...
Alquilar una película era una buena excusa para compartir la barra de fel-fort con maní en familia, y la colección de los muñequitos que escondían los jack tardaban meses en completarse en alguna repisa de la casa...
Los que tenemos hermanos supimos compartir (con algún gesto de desilusión poco disimulado), algún havanna de chocolate, y puedo recordar vívidamente el almuerzo en que tuve que repartir una bananita dolca entre los tres (Nico, todavía no habías nacido)...
Los packs de golosinas, coca y cindor que sin magia alguna cargamos en el changuito del súper ya no nos completan...
Que el chocolate y las bebidas espirituosas (de las sanitas), vuelvan a emocionarnos como cuando todavía llevábamos guardapolvo blanco!!
Va un piiiiiiiiiiiip! por cada marca, sepan disculpar...

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