El cuento de nunca acabar

Si, se han sentados las bases, fundamos los cimientos de un concepto tan pelotudo como volver a las pistas. Nunca mejor usado el concepto: un gran paso para mi, algo ínfimo para la humanidad. Se hablaron de muchos temas, se identificaron tres tendencias principales que hacían imperioso el regreso.

- Enamorarse, asi de fresco, asi de suelto, de genuino. Un concepto tan abstracto para mi como la fe misma… Encontrar un compañero, un soul mate, alguien que se banque un dvd entero a mi lado.
- Trascender a una época, a la moda, las buenas costumbres. Entrar a un antro con la misma liviandad que hace 8 años. A por ello!
- Contigo no, bicho! Establecer un balance donde un bicho de vez en cuanto no nos define. You don't complete me! Si, es incompatible 100% con el punto a. Pero acá no venimos a hacer apología de la coherencia. No tendría sentido. La complejidad de este punto radica en el desarrollo del ser, no hablemos de creación de personalidad porque hemos llegado tarde, somos lo que somos… pero si en la recreación del ser, la recreación del alma, la recreación por la recreación misma. No hay nada mejor para recrease que una hora feliz…un lugar, un encuentro.

Se ve a las claras que la incontinencia verbal del alcohol sabe volcarse silenciosamente en un mail (por suerte, seria horrible seguir hablando sola hasta altas horas) y podría seguir escribiendo hasta las 3 de la mañana pero los placeres mundanos se funden irracionalmente con el capitalismo y mañana tengo que trabajar.